La minería de metálicos y no metálicos de México avanzó 1,2% interanualmente en enero, reportó la agencia de estadísticas Inegi.
Sin embargo, los servicios relacionados con la minería se contrajeron 19,1% pese a haber repuntado 13% el año pasado frente a todo 2021, de acuerdo con la entidad.
En 2022, la producción de la minería retrocedió 0,6%, ante todo por el debilitamiento de otras industrias como la construcción y la siderurgia.
Valeria Vázquez, socia líder de la industria de energía y recursos de Deloitte Latin America en México, dijo a BNamericas el mes pasado que el estancamiento de la minería se debe en términos generales, “además de a las condiciones particulares del país, a la situación económica mundial y a los impactos geopolíticos del conflicto en Ucrania”.
En febrero, la Secretaría de Economía informó que la inversión extranjera directa (IED) en la minería se desplomó preliminarmente 66,5% durante 2022 hasta US$1.603 millones, aunque la cifra incluye al sector petróleo y gas.
Si bien la alta base de comparación explica en gran medida la disminución, también influyeron la creciente inflación, la ralentización económica mundial y la falta de nuevos proyectos mineros a causa de la congelación de las concesiones que han advertido asociaciones gremiales como la cámara minera Camimex.
Vázquez prevé que en 2023 los niveles de IED serán conservadores debido a la perspectiva de desaceleración en la actividad económica de Estados Unidos y el crecimiento moderado en China. La consultora considera que el incremento de los costos de capital es uno de los desafíos principales para desarrollar nuevos proyectos en México.
Fuente: BNamericas
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