La aplicación de un impuesto antidumping a importaciones desleales de China y de países sin tratados de libre comercio con México, cuya vigencia vence este miércoles 5 de abril, redituó a la industria mexicana un aumento de 3.3 por ciento en su producción total de acero en el 2016.
Y de acuerdo con cifras de la Cámara Nacional de la Industria del Hierro y el Acero (Canacero), esta alza se dio principalmente por el incremento de 6.2 por ciento en laminados y derivados, productos a los que se les aplica el impuesto a las importaciones desleales.
"Es muy importante que México no sólo mantenga lo ejecutado hasta ahora, sino que siga fortaleciendo las medidas, como incluir la totalidad de productos siderúrgicos en la salvaguarda y concluir los casos de comercio desleal que están en proceso", afirma un documento de la Canacero.
En su análisis, el organismo señala que las importaciones provenientes de estos países que compiten en forma desleal con la siderurgia mexicana disminuyeron hasta un 51.8 por ciento, en el caso de China durante el 2016, debido al impuesto temporal que se aplicó por primera vez en octubre del 2015.
Y por ello urgió a las autoridades mexicanas a renovar la medida.
Juan Antonio Reboulen Bernal, presidente de la Comisión de Comunicación de la Canacero, advirtió que la medida aplicada por la Secretaría de Economía, que renovó ya en dos ocasiones, permitió evitar el cierre de líneas de producción en el sector, por lo que debería ampliarse a más productos y en forma permanente.
"La medida representó una balsa de salvación para la industria acerera nacional en medio de una tormenta, por lo que no renovarla representaría desinflar esa balsa".
Según la Canacero, la medida permitió también evitar la importación por debajo de costo de producción, lo que implica competencia desleal, de países como Taiwán, en 30 por ciento, y de Corea del Sur, en un 7 por ciento.
El análisis de la Canacero refiere que la medida hasta ahora dejó fuera a productos como la tubería y la varilla de acero, que mantuvieron sin cambio su participación de mercado, aun cuando el consumo nacional fue decreciente en el 2016.
Fuente: El Financiero
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