Los retos que enfrentan las mineras en México han aumentado en los últimos años al subirse los impuestos, ralentizarse la tramitación de permisos e incrementarse los desafíos sociales, dijo a BNamericas el geólogo y empresario minero Brad Cooke en una entrevista por correo electrónico.
La postura antiminera de la administración actual se suma a los riesgos generados tras el congelamiento de nuevas concesiones, la nacionalización del litio y las reformas laborales y energéticas, áreas de particular preocupación, advierte Cooke, quien en 2003 fundó Endeavour Silver, compañía que centra sus actividades en México.
El Estado de derecho, o su ausencia, es otra preocupación para la industria minera de México, que es el principal productor de oro y plata de América Latina y uno de los líderes en cobre, zinc y plomo.
Sin embargo, el país sigue siendo atractivo en comparación con muchas otras jurisdicciones debido a su excelente potencial para lograr nuevos descubrimientos y la amplia aceptación social de la minería, a pesar de la oposición en algunas áreas.
BNamericas: Ha trabajado en México hace bastantes años. ¿Cuál es su opinión del país como jurisdicción minera y cómo se compara con épocas y gobiernos anteriores?
Cooke: México sigue siendo una jurisdicción atractiva para la inversión minera en comparación con muchos otros países.
Se ha convertido en una sociedad moderna que presenta una economía razonablemente fuerte, una infraestructura aceptable, una clase media en crecimiento, buenos programas educativos y sociales, una democracia funcional políticamente estable y, en general, un Estado de derecho que se mantiene.
Además, todavía tiene un excelente potencial de exploración para descubrir y explotar nuevas minas, a lo que se suma una amplia aceptación social de la minería como parte de la cultura.
En definitiva, las cosas se han vuelto más complicadas en todos los frentes en los últimos 20 años, dada una carga fiscal mucho más alta, una tramitación de permisos más lenta y más oposición por parte de las ONG y, en algunos casos, de las comunidades locales.
Además, la administración actual no es amiga de la minería. Por ejemplo, las reformas del presidente Andrés Manuel López Obrador a las leyes laborales y energéticas y su estrategia de no intervenir a las narcobandas han tenido un impacto negativo sobre la industria minera.
BNamericas: ¿Cuáles diría que son las mayores preocupaciones que tiene en este momento la industria minera en México?
Cooke: El Estado de derecho cuando se trata de la vigilancia policial de pandillas, bloqueos ilegales, etc.
BNamericas: AMLO frenó el otorgamiento de nuevas concesiones mineras, nacionalizó el litio y tomó medidas drásticas con respecto a los permisos. La Secretaría de Medio Ambiente declaró hace poco que planea bloquear nuevas minas a cielo abierto. ¿Cuál es su opinión sobre estos temas y su impacto en la minería?
Cooke: Es de esperar que el próximo presidente y su administración no tengan una postura ideológica de extrema izquierda.
Detener el otorgamiento de nuevas concesiones mineras es como cortar las piernas a la industria.
Nacionalizar el litio es tal vez la forma más efectiva de desacelerar el desarrollo de ese sector porque México no tiene experiencia en esta área ni dinero para que el Estado explore y explote litio.
El bloqueo de nuevas minas a cielo abierto es, de nuevo, estrictamente ideológico, sin fundamento en los hechos o la realidad.
BNamericas: ¿Qué pasa con la seguridad en México y cómo ha cambiado en los últimos años? ¿Qué tan grande es el riesgo para las empresas mineras?
Cooke: Los puntos peligrosos parecen ser más peligrosos, pero afortunadamente la mayoría de las minas no están ubicadas en estos lugares, por lo que en general no hay cambios en la seguridad en torno a las minas.
BNamericas: ¿Qué efectos tienen todos estos problemas en la inversión de la industria minera mexicana?
Cooke: Sabemos de inversionistas internacionales que han expresado mayores inquietudes.
Fuente: BNamericas
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