Durante la ceremonia inaugural de la XXXVI Convención Internacional de Minería, Rubén Del Pozo Mendoza, presidente del Consejo Directivo Nacional de la AIMMGM, compartió un mensaje optimista y orientado al futuro del sector. Su intervención se centró en la necesidad de impulsar la exploración, fortalecer la colaboración y consolidar una minería moderna, sostenible y comprometida con México.
Del Pozo celebró que esta edición de la convención se realice en un Acapulco que avanza con paso firme en su proceso de reconstrucción tras el huracán Otis. Agradeció la solidaridad del sector, que —recordó— ha estado presente desde los primeros momentos, y subrayó que volver al puerto es también una forma de acompañar su recuperación. “Acapulco renace, y la minería quiso estar aquí para caminar junto a su gente”, expresó.
En un tono claro y constructivo, destacó que el país tiene una oportunidad única para fortalecer la exploración minera. Recordó que en 2024 la actividad exploratoria disminuyó 11.5 %, pero enfatizó que México cuenta con el talento, la vocación geológica y la capacidad técnica para revertir esa tendencia.
“Sin exploración no hay nuevos descubrimientos ni futuro industrial, y México tiene todo para impulsarla de nuevo”, afirmó.
Celebró que el Servicio Geológico Mexicano haya anunciado nuevos programas de exploración en entidades estratégicas como Sonora, Sinaloa, Durango y Estado de México. Y, con un enfoque positivo, invitó a construir un modelo de exploración mixto, donde el Estado, la iniciativa privada y la academia unan esfuerzos para aprovechar el potencial mineral del país bajo principios de transparencia, colaboración y visión de largo plazo.
Rubén Del Pozo también destacó la importancia de fortalecer los mecanismos que permiten que la minería contribuya directamente al bienestar de las comunidades. Señaló que devolver el Fondo Minero a los municipios sería un paso valioso para seguir impulsando infraestructura, educación y desarrollo social donde más se necesita.
Sobre los permisos y concesiones, planteó la necesidad de avanzar hacia procesos más ágiles y claros que incentiven nuevas inversiones, siempre bajo criterios de responsabilidad y seguridad. Redujo la preocupación al mínimo y lo transformó en una invitación a crear condiciones más favorables para que México mantenga su competitividad global.
El presidente de la AIMMGM cerró subrayando que la minería mexicana ya trabaja con altos estándares sociales y ambientales. Recordó que los proyectos modernos integran reforestación, programas comunitarios, salud ocupacional y una visión de sostenibilidad que ha permitido que el sector sea reconocido como aliado del desarrollo regional.
“Esa es la minería que estamos construyendo: responsable, innovadora y comprometida con las familias mexicanas”, dijo.
Su mensaje dejó un sentimiento de confianza entre los asistentes. No sólo planteó los desafíos, sino las oportunidades que tiene México para consolidar una industria minera que siga generando empleo, innovación y bienestar para miles de comunidades en todo el país.
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