Con arias de ópera, opereta y algunos villancicos, interpretados por el tenor Alan Pingarrón y la soprano Anabel de la Mora, la Orquesta Sinfónica de Minería (OSM) ofreció anoche su tradicional concierto navideño en el Auditorio Nacional.
Bajo la dirección huésped de Carlos Spierer, la agrupación que es considerada una de las más importantes del orbe estuvo acompañada en escena por un coro de más de 200 voces, integrado por el Grupo Coral Ágape, Coro Convivium Musicum, Coro Pro Música y los Coros de la Facultad de Derecho, Economía, Ingeniería y Química, así como el Coral Ars Iovialis.
Ataviado con gorro al estilo santa y bufandas en colores rojo, verde, azul y amarillo, el conjunto musical interpretó la obra de compositores como Johann Sebastian Bach, Sergei Prokofiev, Leroy Anderson, Giacomo Puccini, Guiseppe Verdi, Johan Strauss, George Frideric Handel, Franz Xaver Gruber, Joseph Mohr y José Feliciano.
La velada musical arrancó con el Oratorio de Navidad, de Bach, una obra sacra que se divide en seis partes, cada una de ellas diseñada para su interpretación en cada uno de los principales días del periodo navideño.
Luego vendrían arias de ópera como Ella mi fu rapita! E quando, de la ópera Rigoletto, de Guiseppe Verdi, a cargo del tenor Alán Pingarrón, quien con potente y extraordinario timbre vocal, cautivó a propios y extraños.
Minutos después, ataviada con un vestido largo pegado en color gris y destellos plateados, apareció la soprano Anabel de la Mora para deleitar con su encantadora voz con Troika, de Prokofiev, y robarse los suspiros de los caballeros.
El recital continuó nuevamente con la presencia de Pingarrón al interpretar la aria Lunge da lei per me non v��ha diletto! Volaron gia�� tre lune, de la ópera de La Traviata, de Verdi, para llevarse una vez más los aplausos.
Más tarde, ambos cantantes pasaron de las interpretaciones solistas, al dueto con las obras E��stano de la ópera La Traviatta y nuevamente la agrupación se hizo presente con el tema navideño Bugler�s Holiday, así como There�s Xmas y Navidad en el mundo, ésta última con arreglos de Gerardo Meza y Oscar Herrera.
La segunda parte destacó por villancicos, otras arias y un par de temas navideños, siendo la obertura El murciélago, de Johann Strauss hijo, uno de los más celebrados, al igual que Aleluya, del oratorio de El Mesías, de Handel, donde las voces se hicieron presentes en todo su esplendor.
La gala continuó con Nessun dorma, de la ópera de Turandot y O mio babbino caro, de Puccini, y concluyó con los villancicos El aguinaldo y el burrito, Navidad guadalupana y Feliz Navidad.
Al final, el director huésped deseó al público del Auditorio una feliz navidad, año nuevo y un México en paz y sin violencia.
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Fuente: bajopalabra
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