Las implicaciones para la minería en México del triunfo de Donald Trump a la presidencia de los EEUU pueden ser importantes. Su campaña estuvo sustentada, entre otros aspectos, en privilegiar el mercado interno en contrasentido de la globalización.
Una de sus posibles acciones será la de endurecer el tema de migración que puede incluir redadas y deportaciones y mayor vigilancia en las fronteras tanto contra del tráfico de personas como de drogas.
Otro aspecto previsible podrá ser la revisión no tersa del TMEC. Trump ha dicho que quiere renegociarlo. Y, dentro de esto, la posible imposición de aranceles vinculándolos a temas de migración y tráfico de fentanilo. La respuesta y negociaciones del Gobierno de México serán decisivas en este aspecto.
Como sea la minería podrá ser vital para el mantenimiento de fuentes de trabajo en México sobre todo en zonas normalmente expulsoras de personas que migran en busca de oportunidades aunado a que la minería se asienta, en su gran mayoría, en territorios con baja oferta de fuentes de empleo formales. Un tema adicional es la inclusión de mujeres en la industria lo que incrementa las oportunidades que este sector tiene ante este escenario. La minería genera mas de 400,000 empleos directos y más de 2 millones de empleos indirectos en el país.
Finalmente la minería seguirá siendo un potente y estratégico motor de desarrollo y creación de bienestar a cientos de comunidades suministrando además al mercado nacional y a los mercados de Norteamérica elementos requeridos para sus economías.
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