Región de Atacama, Chile. — En una jugada estratégica que refuerza la presencia del sector minero en el norte del país, la Compañía Minera Mantos de Oro, subsidiaria de la canadiense Kinross Gold Corporation, anunció una inversión de 113 millones de dólares para extender la vida útil de su operación La Coipa, ubicada en pleno corazón del Desierto de Atacama.
La faena se sitúa a aproximadamente 160 kilómetros al noreste de Copiapó, en la comuna de Diego de Almagro, provincia de Chañaral, una de las zonas con mayor tradición minera del país. La mina, emplazada a más de 3.000 metros sobre el nivel del mar, opera en un entorno aislado y extremo, donde las condiciones geográficas representan un desafío tanto logístico como ambiental.
El nuevo proyecto, ingresado recientemente al Sistema de Evaluación Ambiental (SEA), contempla la explotación de nuevas fases en los sectores conocidos como Coipa Norte y Purén. Ambos rajos se ubican dentro del mismo distrito minero y formaron parte de la reactivación de la mina en 2022, luego de una pausa de casi una década.
La inversión proyectada permitirá mantener en operación el complejo hasta al menos 2027, impulsando así la continuidad de cientos de empleos y servicios en la región. Copiapó, Tierra Amarilla y Diego de Almagro son algunas de las comunas que históricamente se han beneficiado del desarrollo de esta faena, no solo por el empleo directo, sino por la dinamización de las economías locales.
“Creemos firmemente en el potencial de esta zona y en la importancia de operar de forma responsable, con respeto por las comunidades y el entorno natural”, indicaron representantes de la empresa.
Además del componente productivo, el proyecto incluye la implementación de nuevas medidas de manejo ambiental y un plan de cierre actualizado, acorde a las exigencias actuales en cuanto a sustentabilidad, biodiversidad y uso eficiente del agua en zonas áridas.
El anuncio coincide con un escenario favorable en el mercado internacional del oro, que durante mayo alcanzó precios históricos superiores a los 3.200 dólares por onza. Esta alza ha motivado a múltiples compañías a reforzar su producción en yacimientos de alto potencial como los de la Región de Atacama, una zona que no solo destaca por su riqueza minera, sino también por sus desafíos de acceso, clima y preservación ambiental.
Si recibe la aprobación correspondiente, esta nueva etapa posicionará nuevamente a La Coipa como una de las operaciones auríferas más relevantes de Chile, reforzando el rol de la minería como motor de desarrollo del norte grande y consolidando el compromiso de Kinross con el país.
¿Comentarios?
Déjanos tu opinión.