A partir del 1 de enero de 2026, Natascha Viljoen asumirá el liderazgo de Newmont Corporation, la mayor productora de oro del mundo. Su nombramiento no solo marca el relevo de Tom Palmer, quien deja el cargo tras seis años al frente de la compañía, sino que representa un hito histórico: será la primera mujer en dirigir la empresa en más de un siglo de historia.
De ingeniera en Sudáfrica a líder global
La trayectoria de Viljoen refleja más de tres décadas de experiencia en la minería. Se graduó como ingeniera metalúrgica en la Universidad North West de Sudáfrica y completó un Executive MBA en la Universidad de Ciudad del Cabo. Su carrera comenzó en Iscor, donde inició como ingeniera en formación, y pronto destacó por su capacidad para liderar equipos y procesos complejos.
Su paso por Lonmin le permitió sumar experiencia en áreas clave como procesamiento y sostenibilidad. Más tarde, en Anglo American Platinum, alcanzó la posición de CEO de la división de platino, desde donde dirigió operaciones en una de las regiones mineras más exigentes del mundo.
En 2023, Viljoen se unió a Newmont como vicepresidenta ejecutiva y directora de operaciones (COO). Desde ese rol, fue fundamental en la integración de los activos adquiridos tras la compra de Newcrest, fortaleciendo la eficiencia y la seguridad en las operaciones. En 2025 ascendió a presidenta y COO, preparando el camino para el relevo que ahora encabeza.
Un cambio que llega en un momento clave
La salida de Tom Palmer, programada para finales de este año, coincide con un periodo de precios elevados del oro y con el reto de consolidar adquisiciones estratégicas como las de Goldcorp y Newcrest, operaciones que marcaron la etapa de Palmer al frente de la compañía.
El propio Palmer permanecerá como asesor hasta marzo de 2026 para garantizar una transición ordenada, lo que subraya la importancia de mantener la estabilidad en un sector caracterizado por la volatilidad de los mercados.
Retos que definirán su gestión
El nombramiento de Natascha Viljoen no es solo un avance en materia de equidad de género. Su llegada al máximo cargo de Newmont supone también la promesa de fortalecer la sostenibilidad, la eficiencia y la cultura corporativa en una industria que enfrenta transformaciones profundas.
Entre los principales desafíos que encontrará destacan:
- Integrar de manera definitiva los activos adquiridos con la compra de Newcrest.
- Mantener la competitividad en un entorno de precios cambiantes.
- Reforzar el compromiso con las comunidades y con los estándares ESG (ambientales, sociales y de gobernanza).
- Promover la diversidad y la inclusión en una industria que históricamente ha estado dominada por hombres.
“Es un honor liderar esta nueva etapa de Newmont. Nuestro compromiso es generar valor compartido para los colaboradores, las comunidades anfitrionas y los accionistas”, expresó Viljoen tras conocerse su designación.
Un liderazgo que puede resonar en América Latina
Newmont tiene una presencia significativa en Perú, México, Colombia y Surinam, por lo que los cambios en la dirección podrían influir en la estrategia de inversión y en la relación con los gobiernos y las comunidades locales.
Para muchos observadores, el liderazgo de Viljoen también envía un mensaje claro: la industria minera está lista para abrirse a una dirección más inclusiva, sostenible y enfocada en construir relaciones de confianza con los territorios donde opera.
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