COLUMNA
Durante 2022, los salarios en México y en el mundo experimentaron una severa caída en su poder de compra, a causa de la inflación y la desaceleración del crecimiento económico.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) publicó recientemente su Informe Mundial sobre Salarios 2022-2023: El impacto de la inflación y de la Covid-19, y en él advierte que por primera vez en este siglo el crecimiento del salario real global fue negativo.
Durante la primera mitad de este año, aseveró el organismo, los salarios en el mundo disminuyeron en términos reales un 0.9%, principalmente por el aumento de los costos de los energéticos y la guerra en Ucrania. Esta disminución de los salarios reales está provocando una caída en el poder adquisitivo de las clases medias, pero afecta de manera especialmente dura a los hogares con bajos ingresos, subrayó el documento.
En las economías más grandes del G20, entre ellas México, precisó la OIT, los salarios reales disminuyeron todavía más, al perder un 2.2% de su valor durante el primer semestre de este año.
Advirtió que el descenso de los salarios reales ha colocado a decenas de millones de trabajadores en una situación desesperada, y la desigualdad de ingresos y la pobreza aumentarán si no se mantiene al menos el poder adquisitivo de quienes perciben los menores ingresos.
Además, podría ponerse en peligro la tan necesaria recuperación económica tras la pandemia, lo que podría alimentar un mayor "malestar social" en todo el mundo, alertó el organismo. La inflación tiene un mayor impacto entre las personas con salarios bajos, ya que esto se suma a las significativas pérdidas de los trabajadores y sus familias registradas durante la crisis del Covid-19.
El informe muestra que las personas de ingresos más bajos invierten gran parte de su gasto en bienes y servicios esenciales, los cuales por lo general experimentan un aumento de precios mayor que los productos no esenciales.
La Organización Internacional del Trabajo señaló que existe la necesidad urgente de aplicar medidas dirigidas a sostener el poder adquisitivo y los niveles de vida de los trabajadores asalariados y de sus familias.
Primeramente, es importante que haya un diálogo permanente entre empresarios, trabajadores y gobierno, a fin de que se den negociaciones colectivas que puedan contribuir a lograr ajustes adecuados de los salarios en 2023. La OIT también recomienda la entrega de bonos o transferencias en efectivo a las familias de bajos ingresos, ello a fin de ayudarles a adquirir bienes esenciales, principalmente alimentos.
Otra opción que plantea el organismo es la reducción del Impuesto al Valor Agregado para aliviar la carga de los aumentos de precio que pesan sobre los hogares y, a la vez, contribuir a bajar los niveles de inflación en la economía. Luchar contra el deterioro de los salarios reales no es un tema menor, ya que puede contribuir a mantener el crecimiento económico lo cual, a su vez, puede ayudar a recuperar los niveles de empleo registrados antes de la pandemia.
En otras palabras, esta puede ser una manera eficaz de disminuir la probabilidad o la intensidad de las recesiones, como la que se avizora para 2023 en Estados Unidos y nuestro país.
Pero es importante recordar que no es sólo crear empleo, sino que también es fundamental generar valor agregado a través de la productividad y las inversiones en innovación.
Esta es la receta perfecta para fomentar el crecimiento económico, acompañado de un incremento sostenido en el poder de compra de los salarios y, por lo tanto, de una mejoría en el nivel de vida de las clases medias y los hogares de menores ingresos.
Perspectiva se publicará hasta el mes de enero de 2023, en tanto disfruten a sus familias y seres queridos en estas navidades.
Twitter: @gomezreyna
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