La ONU advirtió que en la actualidad los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 se ven principalmente amenazados por el cambio climático, la pandemia de COVID-19 y la guerra en Ucrania.
En este sentido, los objetivos más afectados son aquellos relacionados a la alimentación, la salud, el medio ambiente, la educación, la paz, el desarrollo económico y empleo.
Cabe destacar que la pandemia, a finales de 2021, provocó la muerte de unas 15 millones de personas; empujó a la pobreza a 93 millones y frenó la educación de 147 millones de niños en todo el mundo. Todo lo anterior, sin contar el grave impacto en los sistemas de salud pública en casi todos los países.
La crisis de Urcania, por su parte, ha provocado el aumento de precios de alimentos, combustibles y fertilizantes, incidiendo en cadenas de suministro y los mercados financieros globales. Esto pone en grave peligro las condiciones de alimentación mundial.
Además, este conflicto armado ha desembocado en uno de los mayores casos de desplazamiento de refugiados en los tiempos modernos.
La ONU apunta, que a pesar de los esfuerzos por un sociedad más equitativa, el panorama global exacerba las desigualdades sociales.
“Los países y grupos de población más vulnerables del mundo sufren de manera desproporcionada todas estas afectaciones, con las mujeres a la cabeza de las pérdidas de empleo y un mayor trabajo de cuidados en el hogar, además de encarar una violencia doméstica exacerbada por los confinamientos de la pandemia. Los jóvenes continúan siendo los más perjudicados por el desempleo, y el trabajo y el matrimonio infantiles van en aumento. Los países menos adelantados luchan contra un crecimiento económico débil, una inflación creciente, grandes interrupciones en la cadena de suministro, incertidumbres políticas y una deuda insostenible”, describe la ONU en un comunicado.
La proyecciones de cara al futuro de la organismo global no son demasiado alentadoras. Se estima que de 75 a 95 millones de personas caigan en la pobreza extrema en 2022. 24 millones de estudiantes de nivel preescolar a universitario no han retomado sus estudios y podrían no hacerlo.
Asimismo, 17 millones de toneladas de plástico ingresaron al océano hasta 2021 y se estima que esta cifra se triplicará para 2040; además de que, prosigue la ONU, 10% de la población mundial padece hambre y casi un tercio no puede acceder a una alimentación adecuada.
ODS en México
En nuestro país, la situación no es muy diferente. Según datos de la CONEVAL, la pandemia incrementó a 43.9% la población en situación de pobreza y pobreza extrema. A pesar de haber llegado hasta ese punto, la cifra no ha disminuido a casi dos años después.
El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) confirmó en junio que de los 20 sectores económicos del país y que sostienen el PIB, tras la pandemia, solo se han recuperado cuatro por completo, lo cuales son manufacturas, comercio al por mayor, salud y servicios profesionales.
Se puede inferir entonces que los datos anteriores reflejan un panorama poco alentador para los Objetivos de Desarrollo Sostenible relacionados a la reducción de la pobreza, el crecimiento económico y el empleo.
Adicionalmente, la canasta básica recientemente aumentó en 12%, superando los 4,000 pesos, poniendo en una situación de riesgo a gran parte de la población en cuanto a su alimentación y hábitos de consumo básico.
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