Con una alta participación en el producto interno bruto estatal, el sector extractivo que opera en la entidad genera derrama económica a varios sectores.
Uno de los rubros productivos de más alto valor y de rápido crecimiento es el de la minería, mismo que en Sonora duplicó su participación en el producto interno bruto estatal (PIBE) durante los últimos once años.
Aunque actualmente el sector enfrenta presiones, derivado de factores como la disminución de los precios a nivel internacional y una posible recesión económica que prevén las consultoras para 2023, en la entidad se muestra dinámico.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la industria minera participó en 2010 con cinco puntos del PIBE, cuando representaba el 5.1% del total de la actividad económica sonorense en su conjunto.
Ya para 2020 prácticamente se duplicó, de tal forma que la participación actual en el PIBE es del 11.32%, es decir: de cada 100 pesos que produce la economía de Sonora, 11.32 pesos provienen de la industria extractiva y metalúrgica.
Durante el primer semestre del año la minería reportó un incremento menor respecto a los números reportados por la economía sonorense en su conjunto, sin embargo, el dato positivo es que avanzó en 2.6% en el periodo.
Marco Antonio Córdova Gálvez, analista económico y catedrático del Departamento de Economía de la Universidad de Sonora, refirió que de acuerdo con el Indicador Trimestral de la Actividad Económica Estatal (Itaee), el PIBE aumentó a un ritmo de 4.9% en los primeros seis meses de 2022.
“Con respecto al empleo y sobre todo respecto al empleo formal, que son los datos más recientes vemos que se ha mantenido, ha mantenido la minería su actividad productiva”, resaltó.
Por sus procesos de producción, expuso el catedrático, la minería es una actividad que requiere una menor participación de mano de obra respecto al uso de maquinaria y sistemas, por lo que el nivel de empleo tiende a ser bajo.
Agregó que la participación en el empleo total que se genera en la entidad es de 2.35%, lo que indica que de cada 100 puestos de trabajo que generan los sectores productivos de la entidad, apenas 2.35 son de la industria de extracción.
Hubo un alza en la producción, dijo, sin embargo, la creación de empleos se redujo al ubicarse durante octubre en 3.9%, respecto al 14.5% que observó de incremento en junio de 2022.
De acuerdo con datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), la minería tenía 15 mil 477 puestos de trabajo formales a octubre de 2022, cifra superior a las 15 mil 320 plazas del mismo mes en 2021; el dato representa un incremento de 1.02% en el periodo.
“La actividad minera tiende a ser intensiva en capital y tiene que ser intensiva en uso de tecnología, en maquinaria, en herramienta y por lo tanto, el trabajador tiende a ser especializado”, refirió.
Y si es un trabajo especializado, dijo, es mejor pagado: a septiembre de este año el salario en la minería fue de 800.80 pesos diarios, contra 480.65 del promedio nacional.
Córdova Gálvez detalló que la minería es el sector que más atrae inversiones de origen extranjero a Sonora, después de la industria automotriz.
En un acumulado desde el año 1999 al primer trimestre de 2022, la industria extractiva -que incluye a la proveeduría- ha captado 3 mil 187 millones de dólares, de acuerdo con la Secretaría de Economía federal.
A lo largo de ese lapso, las actividades productivas de Sonora en conjunto atrajeron un total de 17 mil 599.3 millones de dólares, por lo que la minería representa el 18.10% del total de inversión que ha llegado a la entidad en los últimos 23 años.
Durante el primer semestre de 2021 las exportaciones sonorenses de productos derivados de la minería fueron de 1 mil 481 millones de dólares, contra 1 mil 261 millones de dólares durante el mismo periodo del año actual.
“Hay una influencia a la baja en cuanto a inversiones, derivado de factores como las políticas monetarias para disminuir los niveles de inflación, por lo que básicamente está afectado el sector por cuestiones internacionales”, citó.
Además, abundó, la revisión de temas de comercio internacional como el Tratado México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) mete cierto nivel de incertidumbre a los inversionistas, quienes “se ponen en modo precaución” en tanto mejora el panorama.
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